Antes y después
Llegó a nuestro taller este sillón, desencolado y con la tapicería muy sucia.
En primer lugar, limpiamos, encolamos y lijamos.
Lo trabajamos porque nos gustaba su forma y el adorno del respaldo.
Después de lijado, dimos 2 manos de pintura a la tiza color blanco niebla.
Cuando estaba bien seca la pintura, procedimos a quitar la tela que traía y empezamos a tapizarlo.
La tapicería va rematada con una cinta negra para tapar las grapas y clavos que hemos utilizado.
Espero que os guste el resultado de nuestro trabajo.





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