Antes y después.
Nos llega a nuestro taller este baúl antiguo y muy deteriorado.
Aunque las fotos están algo desenfocadas, podemos apreciar los roces que presenta por el desgaste, roces de viajes y paso de los años.
Tanto en la parte superior como en los laterales, se ve que faltan trozos de cuero.
En la siguiente foto se aprecia como las asas laterales están inservibles.
Su interior estaba cubierto por un roto y desgastado papel.
Humedecimos su interior, tanto en la base, como laterales y tapa para raspar todo el viejo papel.
Pintamos toda la superficie exterior del baúl por el método decapé para darle tonos más claros, protegiendo con cinta de carrocero, todas las maderas exteriores, que previamente habíamos limpiado, lijado y barnizado.
La pintura que empleamos fue un blanco roto para que resaltasen mejor las maderas exteriores.
Como las asas laterales estaban muy rotas las sustituimos por unas de hierro forjado negro.
En la parte frontal añadimos dos correas de cuero color natural para que sirvan de cierre.
La dueña del baúl quería darle como utilidad de almacenaje para ropa de fin de temporada, por eso tapizamos todo su interior con una bonita tela.
Aquí ya lo vemos totalmente lleno de camisetas, pantalones, vestidos...
Como en otros casos anteriores a este baúl también le atornillamos cuatro ruedas para que fuese fácil su traslado.
Una buena obra y mejor trabajo. Me encanta y lo utilizo, como podéis ver.
ResponderEliminarMe alegro mucho que te guste y que lo utilices.
Eliminar