Antes y después
Un vecino nos trajo este baúl para proceder a su restauración.
A parte de estar muy sucio, por haber estado en un patio, casi al aire libre, tenía signos de carcoma. Por lo tanto después de una buena limpieza con agua, jabón y lejía, dejamos que secará bien y aplicamos un anticarcoma, introduciéndolo con jeringuilla y brocha, tapándolo y dejando actuar el producto durante varios días.
Sustituimos alguna madera de la parte posterior, por su mal estado.
La superficie metálica y los herrajes estaban muy oxidados.
La chapa que lo recubría era labrada y ante la suciedad no se apreciaban bien sus dibujos.
Se ve bien la suciedad y telarañas, que impiamos.
En la siguiente foto, ya se pueden ver los dibujos en relieve de la chapa, motivos florales.
Le atornillamos 4 ruedas para poder moverlo con más facilidad.
En el interior, tenia un papel muy roto, mohoso con olor a rancio, por el paso de los años.
Nos hubiera gustado poder conservar el papel interior pero era imposible.
El papel del fondo, a parte de estar casi todo perdido, tenía manchas de grasa.
Limpiamos bien todo su interior, raspando y lijando, todo el sucio y viejo papel.
Limpiamos y lijamos todas las tiras de madera del exterior, dándoles también unas capas de cera incolora para su hidratación.
Pintamos la chapa labrada en rojo y los herrajes, con pintura antióxido, en negro.
El interior lo tapizamos todo con una tela plastificada, que tiene unos motivos muy bonitos de mariposas y flores.
Detalle de la tela interior.
En la foto siguiente, se ve como quedo la parte posterior con sus 4 ruedas.
El trabajo fue muy laborioso porque estaba en muy malas condiciones.
Para que se apreciaran mejor las labores en relieve de la chapa, le dimos unos toques de pintura metalizada en color oro viejo.
Aquí se ve la parte posterior o trasera del baúl.
A los dueños les ha gustado el resultado final, esperamos que a vosotros también os guste.
En la siguiente foto vemos el lugar donde fue colocado y parece que a la gatita le ha gustado.
