Antes y después
Una amiga nos hizo llegar esta cruz que procedía de la herencia de un familiar, indicándonos que le tenía bastante aprecio y quería que se la restaurásemos.
Parte posterior de la cruz.
En principio no sabíamos muy bien si íbamos a acertar con los deseos de nuestra amiga, que había depositado su confianza en nosotros.
En primer lugar limpiamos bien, tanto la parte posterior como la frontal. Le dimos a toda la cruz, una pátina de pintura color marrón tabaco, para oscurecerla un poco.
Parte frontal de la cruz
Sobre las partes metálicas doradas, utilizamos una pátina plateada y a los motivos de madera torneados florales, le aplicamos tambíen una pátina de pintura blanquecina, para darle un poco más de luz.
Finalmente utilizamos betún de Judea y cera incolora para mejorar la hidratación de la madera, que con el paso del tiempo estaba demasiado reseca.
Esperamos que estas fotos os sirvan de ayuda para vuestras próximas restauraciones.