Antes y después.
Este baúl llegó a nosotros, de parte de nuestra amiga, M. J.
Estaba muy deteriorado, porque había sufrido una inundación.
Presentaba visibles manchas de humedad, en la tela de la parte exterior, como también, en el papel que cubría todo el interior.
Las maderas exteriores y los herrajes, estaban en muy mal estado.
Nos hubiera gustado poder conservar la tela de su tapicería, pero estaban muy rota y nos fue imposible.
El papel del interior también estaba roto por la humedad y su aspecto era bastante malo.
Para proceder a su restauración, en primer lugar, desmontamos la tapa superior y fuimos desclavando todos los herrajes y maderas exteriores.
M. J., nuestra amiga, nos había indicado que prefería una tela, con colores malvas o morados para que combinase con la habitación, donde iba a ser colocado.
Tapizamos todo su exterior con una tela plastificada y encerada, para que fuese más fácil su limpieza.
La tela tenía bonitos motivos de búhos en varios colores.
Cuando estuvo tapizado todo, procedimos a colocar las maderitas exteriores, herrajes, tiradores, cerraduras... que previamente habíamos tenido que restaurar, encolar, lijar, limpiar, teñir con un tinte color roble, encerar...
El interior también lo cubrimos con la misma tela, porque el papel con los años siempre tiende a romperse.
En esta foto se aprecian mejor los dibujos alegres de la tela.
Ya me daréis vuestra opinión o crítica, sobre el trabajo realizado y os emplazamos para el siguiente.